TERAPIA DESCONGESTIVA

La terapia conservadora ha sido un pilar fundamental y es clave a la hora de iniciar un tratamiento para el linfedema y lipedema. Comprende medidas generales y la terapia descongestiva compleja (TDC) realizada por una kinesióloga certificada en el tema. Esta terapia se encargará de una fase inicial reductiva que consiste en:

  • Drenaje linfático manual.
  •  Vendaje multicapa.
  • Ejercicios terapéuticos.
  • Compresión elástica.
  • Cuidado de la piel.
  • Educación y autocuidado.

La fase de mantenimiento, contempla autodrenaje linfático permanente, ejercicios, entre otras medidas.

Específicamente, el tratamiento conservador incluye:

  • Cuidado de la piel: Evitar lesiones e infecciones. Realizar una buena higiene y lubricar la piel con una loción humectante.
  • Drenaje: Se usan dos tipos básicos de técnicas para tratar el linfedema. En primer lugar, el drenaje linfático manual es una forma precisa y suave de masaje que ayuda a movilizar el líquido a otras partes del cuerpo para su eliminación. Por otro lado, la liberación miofascial es una técnica que se usa para ablandar el tejido cicatricial y otras retracciones que pueden contribuir a la hinchazón.
  • Medicamentos: La utilización de antibióticos para evitar infecciones puede estar indicada en algunos pacientes. Falta evidencia sobre la efectividad de otros tipos de fármacos.
  • Ejercicio: La elongación para liberar los tejidos, ejercicios de fortalecimiento y de rango de movimiento pueden ayudar a recuperar un nivel funcional más normal y a movilizar el líquido. El ejercicio también puede es útil para controlar el peso, factor fundamental en el tratamiento del linfedema. Es recomendable que los ejercicios se realicen bajo la guía de un terapeuta certificado en linfedema.
  • Vendaje: Los vendajes de estiramiento reducido y de algodón generan una presión constante sobre la extremidad. El vendaje generalmente se combina con otros métodos de tratamiento.
  • Prendas de compresión: Las prendas elástica, similares a una faja o a medias de soporte, ejercen presión sobre el brazo o la pierna ayudando a movilizar el líquido y evitando que se acumule nuevamente.